domingo, 1 de marzo de 2009

Domingueros Buñoleros

Sin mucha resaca, el domingo a la mañana una sección de intrépidos Pteroperos compuesta por Quin, Fernando invisible, y Zal, se dirigieron al alba rumbo a tierras valencianas. Ya a la noche, otro irreductible grupo se iba a dormir allí para evitar el madrugon: Guspi, Polaco, su colega Toño y el Pichón.
Además en esta ocasión se unió a nosotros un conocido del Polaco que era de la zona con el cual nos reunimos en Dos aguas, y por último el jorG que venía de pasar el wikend golfeando en VLC.

Algo de info del cañón

Si queréis los waipoints para el Oziexplorer o el TomTom, decidmelo que jorG lo guarda todo!!















Inicio del barranco








Chorreras al inicio del cañon


Los primeros rápeles ó Rappéles de 30 metrejos, fueron muy ricos.
Poco a poco su fué abriendo el paisaje, y tras contemplar las chorreras que dan nombre al cañón y que parecen el nacimiento del Cuervo (pero humedo), proseguimos aguas abajo para sentir la pureza del paisaje y efectivamente realizar el descenso de cañones própio.


















Toño y Polaco a mitad de rápel


Luis, el compañero de la zona valenciana



Otro grupo de tres intrépidos cañoneros, (uno de ellos hembra veloz) nos precedían a pocas millas, asín que un rápel o Rappel antes de llegar al pepino de 60 metrázos, hizimos una parada al sol, donde descubrímos los beneficios del kit-supervivencia que portaban algunos en el "bote tabacalera" o estanco, y ya de paso para hacer tiempo y no pasar frio a la sombra, fueron preparados y degusta2, por algunos,unos cigarrillos de la risa.















Parada al solecito para descansar y coger fuerzas


De nada nos sirvió intentar retrasar lo inevitable, ya que nos encontrábamos los integrantes en un bello patio a la sombra donde corría una ventisca del copón que nos dejó pasmados, helados y a algunos con principios de hipotérmia, esperando a que el numeroso y veloz grupo que nos precedía dejára libre (ó liebre) la reunión para colocar nuestra cuerda.



















Cabecera del rapel de 60 metros (a la sombra y con airecito)

El Señor Joaquín, no pudo aguantar la emoción e instaló una cuerda fija para asomarse al precioso balcón y en teoría agilizar la bajada habiendo creado una 3ª via.
Pero le pudo la emoción y se quedó en medio del ráppel o Rappel haciendo fotos mientras algunos gestábamos unas hermosas anginas bajo el chaparróncete que surgió.

Algunas fotos del rapel de 60 metros








Cuando nuestros queridos amigos que nunca olvidaremos, se decidieron a recuperar su cuerda, con nuestra seguramente beneficiosa ayuda, colocamos nuestras dos con su correspondiente nudo y empezamos ese interminable descenso, unos en dobles y otros individuales.









Tras el último descenso treintametréro, comenzamos la corta aproximación a los coches por un gran tunel, y un camino adornado de vaciles y repudias por parte del supuesto equipo élite.















Fernando rapelando los últimos 30 metros de este barranco





Jorge en el último rapel

















Picha y Quin en el último rapel del barranco


Justo mientras nos cambiabamos nos sorprendió otro precioso chaparron, que seguramente le hiziera muy bien al campo, pero a nosotros fueron unas pocas cosquillas.

Tras regresar a Dos aguas, continuamos hasta Buñol sentandonos en la mesa alas seis y media y habiendo comido unos, satisfechos del todo, y otros con ganas de seguir pidiendo, a eso de las 20:00 h. nos despedíamos y partíamos para Cuén, llegando alas 1000 pero como siempre agradecidos de haber pasado otro gran día en compañía de la familia Pteropus.

1 comentario:

Jorórge dijo...

Haaaaay que anginas mas ricas cogí.
...pero que bien nos lo pasemos!!