jueves, 18 de febrero de 2010

Arreglando cuentas pendientes

El pasado día 14 de febrero, marcado en el calendario como San Valentín, el club se dispuso a realizar una de sus multiples peripecias montañeras.
Como de costumbre, se quedó a las 9 en la churre de Toño para tomar un revitalizante choco-churro, con alguna excepción ya que se temía que originase un ligero ardor de bolsa estomacal que pudiese salir en cualquier momento de apretura entre calizas.
Así nos dispusimos una buena recua de aventureros: Ferny (el presidente con flotador incorporado, y ultimamente reconocido en el anuncio de gas natural), Laura (la primera dama), sergiete (otro socio de gas natural), Toño ( le llaman la brújula humana), Godo (no hay otro dia en el año pa quedar) y Bea (nuevo y prometedor fichaje Pteropero).

Una vez con la panza llena, unos de churros y otros de deliciosos special K, hubo de cambiar el plan inicial que se encaminaba hacia hacer una simeja motivadora de esas de no mas de 60 metros, por otro plan ya que al que flota en el agua, casualmente se le olvidó echar al material de verticales.

En ese momento surgió la idea de meternos en la siempre presente ramera ( la que está más allá del ventorro no, la siguiente), que a más de uno, entre los que me incluyo, nos supuso un escalofrío en la espalda al recordar un paso cuyo nombre no se puede recordar sin que vengan a la memoria frases como: tiempo tenemos y prisa no llevamos o este paso no me suena...

Bien, una vez montados en el coche y rumbo hacia la sierra, vino a la mente de los que teníamos esposa, en este caso a mi solo, que como llegasemos más tarde de las 14:30, podía perder cierta parte de mi anatomía masculina por ser la fecha que era.
No obstante y gracias a valor y hombría me arriesgué a que ello ocurriese, pues era bastante fácil y así se demostró que pudiesemos perdernos y tardar más de la cuenta.

Con un frio de 3 pares de cojones, nos pusimos los atos en la boca de la cavidad de amienteros (o algo así pone en los carteles) y nos metimos padentro con varios miedos en el cuerpo: el chumino, el encontrarnos, la hora de salida, el hombre murcielago que vive ahi dentro... Pero un buen pteropero no teme nada más que a los pedos del picha, que en esta ocasión no iban a tener lugar (al menos a 100 km a la redonda) y nos fuimos para dentro.

La verdad es que ocurrieron varias cosiglias dignas de mencionar como fueron:
- Llegamos al chumino sin problemas de pérdida (bueno no muchos, gracias a los que iban por delante, Sergio y Ferny).

- Algunos que les entró flojera de piernas al ver el chumino (vamos, yo) saldaron cuentas pendientes con el bujero y pasaron a la primera.

- El Toño, sí habeis visto bien, Toño, encontró el bujero decisivo para salir del cisco quenos hicimos después del chumino.
- Hay dos hembras Pteropus, que l@s tienen bien puestos y pasaron por las estrecheces sin mentar a ninguna de las madres de los allí presentes.

Hay que decir que nos las prometíamos muy felices cuando pasamos todos el chumino porque llevábamos un tiempo de puta madre y parecía que aquel no iba a ser un San Valentin Sangriento y tras el revitalizante toblerone que nos metimos entre pecho y espalda, pero resultó que por unos ligeros fallos de ubicación y de memoria (si es que no son de pasa los rabos que algunos se comen), estubimos unos 45 minutos dando vueltas como tonticos. Al final salimos san@s y salv@s y volvimos a ver la luz de la Sierra. Después de cambiarnos y de que algunos se volviesen a ir a su casa en plan comando, el coche de los que temían por lo suyo salió raudo y veloz hacia el hogar y el pathfinder (que el tonto de su dueño se dejó abierto en al aparcamiento) se quedó por la sierra a verlas venir (amos que nos fuimos y no se lo que hicieron).

Una actividad rápida sencilla y para un buen San Valentin.

miércoles, 17 de febrero de 2010

TIROLINA EN ARCOS

Por fin tengo ADSL!!!oeoe!


Os pongo unas fotillos de la tirolina que hicimos hace dos semanas en Arcos de La Sierra.

























La sombra de otro tirosalto se cierne sobre nosotros...

martes, 9 de febrero de 2010

Volver siempre es duro


O por lo menos eso me pareció a mi ya que estuve apunto de quedarme en el coche e irme a un bar a tomar algo ya que no me apetecía nada pasar frío poniéndome el neopreno. Pero bueno tras colocarnos los neoprenos y dejar un coche en la parte final del barranco nos subimos felices en el otro coche hasta la cabecera. Una vez nos encontrábamos andando hacía el comienzo del barranco el frío desapareció y pudimos disfrutar del cañoncete de Majadas que como ocurre en muchas ocasiones pierde su caudal en el interminable pedregal que se encuentra en su final.

Bueno pues unas fotos en blanco y negro que no tienen mucha calidad pero se dejan ver.

Colocando la cuerda en un pequeño descenso.

Omar bajando

Preparando el rapel, con alguna explicación técnica que otra.

El rapel más largo del barranco, de unos 20 metros.


Omar al lío. En primer plano la cabecera del rapel.

Sergio bajando un pequeño rapel.

Fernando nadando plácidamente.


Fernando, Godónidas sólo hay uno. El final lo sabemos todos, ¿verdad?


Y hasta aquí llegó mi pequeña crónica, cuando positive las fotos las veréis de mejor calidad que estas son escaneadas. Una buena mañana de Sábado con final feliz en el restaurante el Ventorro a base de huevos, patatas a lo pobre y un pinchito asado. De esto último sentimos no tener fotos pero el hambre apretaba.