martes, 4 de noviembre de 2008

IV Campeonato de España De Espelología

Durante este pasado fin de semana seis miembros del Pteropus nos dirigímos hacia Tarragona rumbo al IV Campeonato de España de Espelo. El grupo de viaje constaba de tres acompañantes y tres competidores.

El viernes 31 de octubre quedamos a las 17 horas en la placeta del Princesa para comenzar nuestro viaje. Como buenos miembros del club no cumplimos el horario y salimos de Cuenca a las 18:30 horas. Pese a la lluvia y el retraso en la salida el viaje fue agradable y ameno llegando a nuestro hotel de concentración en torno a las 23:30 horas. rápidamente nos dirigimos a nuestras habitaciones a descansar para poder darlo todo al día siguiente. Nos las prometíamos felices.

Preparando los atos

El sábado los integrantes de la sección competición madrugamos para desayunar y aportar a nuestro organismo los nutrientes y energías necesarias, aunque alguno debido a los nervios pareciera más un niño que marea el desayuno antes de ir al cole. Tras terminar nuestro de sayuno nos dirigimos hacía el lugar en el que se celebraría la competición eso si, no sin antes dar un par de vueltas y rodeos. Nada más llegar nos percatamos de que segun iban llegando los diferentes equipos y selecciones todos se nos quedaban mirando con cierta cautela y pensamos : "seguro que les damos miedo"( ja, ja n o sabiamos lo que nos esperaba).
Poco a poco la mañana de competición iba pasando hasta que por fin Fernando tenia el honor de ser el primer miembro del club en participar en una competición oficial de estas características. Fernando iba a debutar nada más y nada menos que en la prueba de velocidad, cosistente en ascender lo más rápido posible 30 metros de cuerda. Los tres miembros del equipo nos dirigimos a la instalación conocida como sinfin en el argot de competición, Quinito a los mandos del dresler, para dar cuerda, Gonzalo sujetando en la parte inferior para favorecer el moviento del croll y por último Fernando preparado para ascender como un rayo. A la señal de nuestro colega el juez se dispuso a subir a la velocidad de la luz los treinta metros de la prueba pero nada más lejos de la realidad ya que antes de los 15 metros empezaron los problemas y el desfondamiento que unidos con el comienzo de la rozadura en las espinillas, causada por el maravilloso pedal que compartíamos , hicieron que Fernando lo pasara realmente mal marcando un tiempo de 2´29´´.



Quin calentando antes de la prueba(no sabia el calentón que le esperaba)


Después de Fernando hizo su aparación en escena Quinito, el cual si que se aproximó a la velocidad de la luz pero le duró poco, empezando a sufrir en exceso a partir de los 15 metros haciéndosele eterna la segunda parte de la cuerda teniendo que parar en varias ocasiones para recuperar fuerzas. A su bajada por poco le da un síncope y le costó recuperarse su buen rato como podéis observar en la siguiente fotografía. Quin marco el mejor tiempo de nosotros tres 1´57´´.


Poco después de Quinito vendría la máxima ecatombe. Me tocaba participar a mí y tendría mi buena cura de humildad ya que estuve a punto de bajarme y tarde nada más y nada menos que la friolera de 3´28´´ en ascender los treinta metros de cuerda. Bajando con un gran mosqueo y si sentir los brazos y las piernas (os aseguro que os pasareís un buen rato cuando cuelgue el vídeo).

Tras esta gran actuación de los trs miembros Fernando y yo decidimos retirarnos de la prueba de fondo (120 metros de cuerda) para no volver a repetir las malas sensaciones y sobre todo volver a hacer el ridículo .

Ya por la tarde Quin y yo participamos en la clasificaciçón de la prueba denominada circuito, consistente en pasar un fraccionamiento subiendo , un pasamanos hacía el lado derecho y un nudo mientras se bajaba. En esta ocasión Quinito fue el primero de los dos y no lo hizo tan mal, marcando un tiempo de y una penalización leve por pisar la cuerda. Después sería mi turno y creo que tampoco lo hice tan nefastamente como en la prueba de velocidad terminando con un tiempo de y otra penalización leve tambien por pisar la cuerda. Volvíamos a estar ilusionados pero pronto se irian nuestras ilusiones al garete. Volvíamos a ser penúltimo y último.

Quin en plena acción durante la prueba de circuito


Haciendo lo que podía en la primera parte de la prueba

Ya el domingo por la mañana nos acercamos a ver la final de la prueba de circuito y en torno a la una de la tarde decidimos poner rumbo a Cuenca. Pero aquí no termino la cosa. A poco más de treinta kilómetros de Tarragona se incrustó un tornillo en la rueda derecha de mi coche y comenzó un calvario de 7 horas de viaje a 80 km/h hasta llegar a nuestras casas.



Esta foto es digna de ver. Observar la gran rueda de repuesto de micoche,
las zapatillas con las que Jorge pasó al restaurante y la cara de Quin


Pese a ello deciros que hemos pasado un fin de semana muy divertido y que pese a tanta adversidad junta nos hemos reido un montón. Además prometemos volver a otra competición y dar caña a todo el mundo (esto último lo digo con la boca pequeña,je,je,je).