miércoles, 17 de junio de 2009








Gorgs Mayencos´09



Para mí, el Gorgs Mayencos´09 empezó pronto. El miercoles 10 partí a tierras pirenaicas desde mi exilio en Valladolid. Había quedado con mis amigos valencianos en Barbastro, donde llegué a eso de las once. A veces no hay que hacer mucho caso del Tomtom. Nos fuimos a sobar a un refugio abierto en el valle de Añisclo, cerca de Escalona. Y entre tragos de pacharán miramos las guías de la zona y decidimos nuestro primer descenso: la Foz de la Canal.


Tras comprar en Escalona (Casa Modesto, recomendable) barritas energéticas a base de gorrino, nos fuimos a la zona de Bielsa. La Foz de la Canal es uno de los descensos famosos de la zona, y su fama esta justificada. La aproximación consiste en una hora de cuesta, donde echamos los bofes. Aunque las vistas eran magníficas. Almorzamos las barritas energéticas (el gorrino en tripa), nos metimos en el barranco. El tramo superior te lleva por una serie de resaltes y rápeles cortos hasta la gran cascada del día. Se trata de un salto de agua de 70m. Comienzas a rapelar debajo del mangazo de agua, hasta que llegas al volado. Muy chulo. 


De este barranco no tengo fotos propias, así que os pongo una de la red (Foto 1).


El segundo tramo no tiene mucho interés deportivo, pero caminas por un bosquecillo bastante chulo.


Y el tercer tramo es una divertida sucesión de rápeles cortos y muy seguidos que te llevan a dos cascadas de 30m consecutivas, muy encañonadas (Foto 2).


En resumen, es un barranco que hay que hacer si uno se deja caer por esa zona. Y para un grupo de tres fue un descenso fluido y rápido.


Por muchos sitios se iban viendo ya barranqueros. Pasamos por Morillos de Tous, el sitio donde iba a tener lugar el Gorgs, a saludar a conocidos de la organización y nos confirmaron que había unas 650 inscripciones. Cuando vimos a los de la cerveza descargando los grifos comprendimos que no nos habíamos equivocado al venir.


Volvimos a dormir al mismo refugio y otra vez acompañados por el licor de endrinas, estudiamos el siguiente descenso.


El grupo original estaba formado por Hilario, Flecha, Amparo y un servidor. Esa noche, se nos unió Mario, otro valenciano ( en http://www.youtube.com/watch?v=SSXaG0oQtxs&hl=es podeis ver su descenso de la cascada de Gavarnie). Y el viernes por la mañana recogimos a Ruben (un barranquero de Tolosa) y Luca (barranquero italiano afincado en San Diego USA y vividor). 


Con ese equipo de tan diversa procedencia nos fuimos a Saravillo, a bajar la Cascada de Gallinés (Gallinés inf.).  Superados unos resaltes destrepables en su mayoria, se abre un patio de cojones. Hay un primer rappel de 40 m hasta una gran repisa, donde esta el salto de agua principal. A partir de aquí, 40m hasta un fraccionamiento, y otros 60m hasta el suelo (Fotos 3 y 4; en ambas salgo yo).


No tenía mucho caudal, pero fue suficiente para mojarnos en alguna de las cascadas y para pasar frío en la cabecera del último rappel. 


Nos dio el tiempo justo para llegar por la tarde a Morillo a ver las audiovisuales. A destacar la de Gavarnie y la de los cañones de Utah.


Esa misma noche una parte del grupo (incluido yo mismo) estuvimos dudando si ir al Carpín como estaba previsto, o ir al Sorrosal como nos acababan de proponer unos amigos. Al final mantuvimos el plan original. Y menos mal que lo hicimos.


Madrugamos el sábado y pusimos rumbo al valle de Bujaruelo. Desde luego, los valles que rodean el Monte Perdido son de los más bonitos y espectaculares de España. En los tresmiles sigue habiendo bastante nieve, las praderas caen verdes por las laderas y los bosques tienen cien tonos diferentes de verde.


La aproximación se realiza por una senda que va paralela al río Ara y luego asciende por la ladera con algunos tramos bastante aéreos. Cuando pasas junto a la base del Carpín, y ves por donde va la vía, te preguntas por qué coño vas a bajar por ahí...


El barranco Cebollar (que acaba en el salto del Carpín) se va engorgando poco a poco, con una divertida sucesión de cascadas, toboganes y destrepes. Llevaba el caudal justo para poder disfrutarlo sin ningún peligro. Las cascadas con bloques empotrados son especialmente bonitas de bajar (Foto 5). Pero lo realmente impresionante (y acojonante) viene al final.


La cascada del Carpín escupe sus aguas sobre el valle de Bujaruelo desde una altura de 120m. Se puede bajar por cuatro vías diferentes. Nosotros elegimos la del pasamanos de la izquierda, por evitar el chorrazo de agua. No te das cuenta de donde te has metido hasta que superas el pasamanos de unos 3m hasta la primera cabecera. Una vez ahí colgado, totalmente en aéreo, si tu adaptación a la altura te lo permite, puedes ver una de las mejores vistas del valle (Foto 6, con los huevos de corbata). 


 Desde ahí hay que bajar unos 30m y hacer un péndulo de 5m hasta una pequeña repisa con un pinillo. Ahora hay dos parabolt con cadena, pero antes solo estaba el cordino que rodea al pobre pino. Pa cagarse, vamos. 


Otros 40m de descenso te llevan hasta una gran faja que recorre toda la pared, con espacio suficiente para los 600 participantes del Gorgs. Ahí repusimos fuerzas, disfrutamos de las vistas y saludamos al numeroso público que se había reunido en el camino para vernos bajar (Foto 7, Pedro, un valenciano).


El último rappel te lleva 60m más abajo hasta la base de la cascada, desde donde pudimos observar las evoluciones de un grupo de sevillanos que nos seguía con un material que juzgamos escaso para cinco personas (Foto 8; el que rapela la parte inferior soy yo, los de arriba del todo los sevillanos).


En conjunto, es un descenso precioso, que no debe uno perderse. El tramo superior es encajonado y muy divertido; la cascada final, es sencillamente espectacular. Y yo que estuve a punto de no ir por acojonao...


Las malas noticias empezaron a llegar algo confusas cuando llegamos a los coches. Una vez en al camping empezaron a confirmarse. Un muerto en el Sorrosal y otro en el Literola. Y un francés con fractura abierta de tibia y peroné en la Foz de la Canal (podeis ver el rescate en http://picasaweb.google.com/Davidpcs/BarrancFozDeLaCanal#). Eso nos aguó un poco la fiesta, pero es lo que tienen los barrancos. 


No llegamos a las conferencias, así que nos fuimos a ver las tiendas y a tomar una caña antes de la cena. Lucía yo orgulloso la camiseta del Pteropus para ver si me reconocía algún pteroputero y así fue. Frente al stand de Korda´s nos vimos. Luego en la cena otra vez.


La cena estuvo divertida (por la gente, no por el menú) y el sorteo de premios fue una pasada (bolsas estancas, camisetas, frontales Peltz, madejas de Korda´s, sacas de Resurgence y Rodcle, neoprenos Seland, etc). Hubo para casi todos, pero a mí, como es habitual, no me tocó nada. Luego, los recuerdos de la noche se pierden en los vapores del pacharán...


El domingo, poco más. Resacón, últimas compras, despedidas varias y viaje de vuelta. Espero que os haya gustado y que no se os haya hecho muy pesado. Yo el año que viene vuelvo sin pensarlo. ¿Alguno se anima?