Aunque hace ya varias semanas y, según la sabiduría popular, más vale tarde que nunca, aquí teneís la crónica de este barranco al cual nos desplazamos Gonzalo, Quin, Fernando, Polaco y Recuen.
La última cascada, con rápel de 30, muy bonita tapizada de musgo. Este rápel lo realizamos con nuestro cordino especial de cañones ultraligero.
Y tras esta cascada atravesamos otro pequeño tramo de bujes, cruzamos el cuervo y llegamos rápidamente al coche.
1 comentario:
Vaya frondosidades...
Habrá que hechar el machete al bote del estanco.
Publicar un comentario